La época del año en la que los compradores nos volvemos niños en una dulcería ha llegado: tiempo de liquidaciones. Ya desde finales de Julio, las marcas locales comenzaron a rebajar sus precios anunciando con bombos y platillos un gran SALE de temporada, agilizado por el extraño clima de este año y, también, por los inflados precios de las prendas de temporada.
Son las semanas perfectas para aprovechar y darnos el gustito de eso que no nos pudimos comprar antes por X motivo y, por que no, darnos algún otro mimo aprovechando que "los precios estan bajíismos". Debemos centrarnos y pensar objetivamente para no caer en las garras de los descuentos, aquellos que en estos días desarrollan cuernos y un tridente.
Se sabe que cuando una se enamora de una prenda, el amor es ciego y haremos lo imposible para tenerla. Y si esta prenda fue encontrada en la liquidación, ya esta prácticamente en una bolsa en nuestras manos. Pero no nos confundamos y analicemos bien la situación.
Pensemos en el ejemplo de una cartera de determinada marca que durante la temporada se vende a $1.800. Durante la liquidación, la podremos encontrar a $1.200. El dilema comienza.
Acá debemos pensar en la relación precio-calidad, en la durabilidad y en el uso que le daremos. ¿Vale la pena pagar tanto dinero por un material de lona (por más embellecido que esté por los ornamentos)? Si la cartera fuera de cuero y de un color neutro o clásico, ¿sigue justificándose el precio a pagar? Esta decisión queda en cada una, pero no dejemos que ese amor a primera vista no nos deje ver las cifras que vienen con él.
O tomemos el ejemplo de un sweater con una estampa con la cabeza de un tigre a unos $700 en liquidación. ¿Cuanto perdurará la moda del tigre? ¿Una o dos temporadas más? Pensemos en que estamos adquiriendo una prenda que usaremos unas 2 o 3 veces más antes de guardarla junto a la ropa de invierno y que recién volveremos a sacar unos largos meses después, cuando tal vez los tigres vuelvan a ser estampas solo en remeras infantiles.
¿Entonces no me compro nada? No, querid@ lector/a.
Ideales son los cardigans lisos o botas sin ningún ornamento: ni tachas ni cadenas, o tal vez ese accesorio que sabemos que podremos usar durante la temporada de verano. Lo cierto es que esta maravillosa época del año esta por terminar y es la ideal para adquirir básicos y prendas atemporales que puedan acompañarnos lealmente durante las próximas liquidaciones venideras.
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