Hoy les traigo una solución muy rápida y simple a un gran problema a la hora de querer combinar camisas con sweaters o buzos por encima. En realidad, para mi es un inconveniente pero probablemente no lo sea para la mayoría.
Me incomodan mucho las camisas al cuerpo. Me siento asfixiada - casi como al usar poleras- y, si bien son buenas para mantener el calor corporal en invierno, no aguanto mas de un rato con una de ellas puestas. Acá es cuando llega la complicación que previamente les mencionaba: Como casi todas mis camisas son mas bien sueltas, al usar un sweater encima crea dos efectos distintos para nada favorecedores.
El primero es la carpa tejida, en el que la tela de la camisa se expande por debajo del sweater languido o un vestido haciéndome sentir un circo ambulante. Si, en cambio, uso arriba un pullover mas bien ajustado, al superar la siza de la camisa a la de la prenda de encima, hay que estar tironeando para acomodar la ropa continuamente.
"Entonces dejá de usar camisas con sweaters y listo", decís vos del otro lado, pero no te puedo dar el gusto porque me encanta como luce el cuello puntiagudo prolijo y pristino por sobre el tejido de color. Acá es dónde encontré una gran solución, cómoda y super versátil.
Se trata de lo que he bautizado como un babero para adultos, realizado a partir de una camisa que a papá le quedó chica y que no era para nada utilizable por una mujer. Realicé un corte en forma de C por delante, dejando márgen para cuellos de sweaters mas cavados, y otro similar en la espalda, pero cortando más centímetros. Para evitar que se deshilache, remallé el contorno, pero en caso de no tener las herramientas para hacerlo, podés hacer un simple dobladillo para adentro y coser a mano. ¡Y voilá! Cuello portátil que se adapta a todas las prendas, fácil de lavar, fácil de planchar y, sobre todo, fácil de hacer.
A continuación, un resumen de los pasos a seguir:
1 | Colocarse la camisa y con un alfiler, marcar dónde realizaremos el corte en solo uno de los hombros, y con otro hasta dónde realizaremos el cavado del babero.
2 | Quitarse la camisa y, con los botones cerrados, doblarla por la mitad hacia la parte trasera de la prenda.
3 | Alinear todos los puntos de la camisa para que quede parejo y realizar un corte en forma semi circular. Desdoblar y emprolijar. Quitar unos centímetros a la pieza de la espalda.
4 | Remallar el contorno o, en caso contrario, realizar un dobladillo hacia adentro y coser. Si optamos por la segunda opción, recordar dejar un centímetro más de margen a la hora de realizar el corte del paso 3.
¿Son de los míos, luchadores contra las camisas ajustadas? ¡Los invito a animarse a probar este truquito!
2 comentarios :
SI! Vengo queriendo hacer esto mismo hace un montón pero no me animo a cortar la camisa de mi mamá... me da como penita! Pero definitivamente es una gloria esta idea.
☽ mortem blonde ☾
Sentir las telas de la camisa en el cuerpo me hacen sentir almidonada más que asfixiada, siento que no me puedo mover y si me estiro mucho la voy a partir en dos.
Me gusta la idea, parece práctica pero sí, a pesar de todo me daría mucha lástima cortarlas!
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